La información ya no es un bien restringido a los libros y profesores, hoy en día enterarse de la situación de un estado al otro lado del mundo es cuestión de segundos, este fenómeno se denomina globalización y viene reñido con las nuevas tecnologías de la comunicación o TIC.
Esta introducción nos lleva a una pregunta: ¿Qué cambios deberían producirse en el sistema educativo para adaptarse a la sociedad de la información? Una de las respuestas a esta pregunta es la que centrará este escrito, la desescolarización como nuevo modelo educativo. Un modelo que intenta derribar los muros de la escuela y perseguir el aprendizaje progresivo y no directivo.
Existen multitud de modelos de desescolarización, estos modelos no tratan sobre la eliminación de la educación sino que tratan la educación como un proceso que debe dejar de centrarse en libros y docentes para concentrarse en el niño. Con esto no se está diciendo que la figura del maestro desaparezca, la figura del docente se modificaría para pasar a ser un guía, una persona capaz de orientar el proceso de aprendizaje del propio alumno. Incluso el término maestro se puede considerar como obsoleto en el sentido que se toma como instructor.
Un cambio de estas características en el sistema actual no es algo sencillo, parece que los objetivos que persigue la desescolarización se adaptan fácilmente a los tiempos que corren, debemos tener en cuenta que esta revolución debe venir acompañada de un cambio en la mentalidad de toda la sociedad para conseguir que todos nos concienciemos que la responsabilidad educadora nos corresponde a todos y cada uno de nosotros.
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